Mis libros
REZO POR TI

Lo decimos constantemente: "Reza por mí; rezo por ti". Una enfermedad, un examen, una decisión, un apuro. Un saludo, una despedida, una fórmula al final de una carta, un cumplido educado ante un religioso: "Reza por mí; rezo por ti". Un susurro ferviente al oído de un amigo al darle un fuerte abrazo en el aeropuerto: "Reza mucho por mí; rezo mucho por ti".
Pedirte que reces por mí es pedirte que te acuerdes de mí; y decirte que rezo por ti es asegurarte que me acuerdo de ti. Es establecer una relación de alma a alma, que es la que más vale. Es decirte que te quiero y que quiero que me quieras. Rezar es amar. Rezo mucho por ti. Te quiero mucho.
Editorial: Editorial Sal Terrae